
La Cuaresma es tiempo de conversión y reflexión, estos conceptos permiten que muchos católicos confundan este tiempo litúrgico con 40 días aburridos de espera y tedio mientras solamente filosofamos sobre lo que hemos hecho mal.
El Papa Francisco el año pasado recomendó que aprovecháramos la Cuaresma como un tiempo activo para que no sea un momento vacío y nos aconsejó poner en práctica las obras de misericordia espirituales y corporales para poner en acción el alma y el cuerpo en beneficio propio y del prójimo. Así que hoy vamos a aprovechar para repasarlas:
Las primeras son las obras espirituales:
Aconseja
Enseña
Corrige
Consuela
Perdona
Rezar por las almas
Soportar con paciencia al hermano
Luego están las obras corporales:
Dar de comer al hambriento
Dar de beber al que tiene sed
Vestir al desnudo
Acoger al forastero
Acompañar a los enfermos
Visitar a los presos
Enterrar a los muertos
Su Santidad ha dicho: «La misericordia de Dios transforma el corazón del hombre haciéndole experimentar un amor fiel y lo hace a su vez capaz de misericordia. Es siempre un milagro el que la misericordia divina se irradie en la vida de cada uno de nosotros, impulsándonos a amar al prójimo»
Por eso no pierdas este valioso tiempo esperando el menú de Semana Santa. Activa la misión de llevar a este Cristo que es Para Todos.