Con el Miércoles de Ceniza inicia el tiempo litúrgico de la Cuaresma.
En este tiempo, nos preparamos para celebrar el punto mas álgido del año litúrgico, la Pascua. Cada año, las lecturas para el Miércoles de Ceniza son las mismas. Nos llaman a un cambio de corazón y nos enseñan acerca de las prácticas tradicionales cuaresmales de la oración, el ayuno y la limosna. Estas disciplinas deben formar parte de la vida cristiana diariamente, pero durante el tiempo de Cuaresma, renovamos este compromiso.
El significado de trazar una cruz en nuestras frentes con cenizas, es un resumen de nuestra vida cristiana. Las cenizas nos recuerdan nuestro origen y nuestra muerte: “Recuerda que eres polvo y al polvo volverás.” Las cenizas son también el signo de nuestra victoria: la cruz de Cristo. En su muerte y resurrección, Cristo conquistó la muerte. Nuestro destino como cristianos es recibir la victoria sobre la muerte que Cristo ganó por y para nosotros. ¿Cómo lo logramos? Cuando nos alejamos del pecado y somos fieles al Evangelio, “arrepiéntete y cree en el evangelio.”
Reflexionaremos en torno al Sermón de la Montaña. Jesús nos advierte a no actuar en aras de la apariencia. Al dar limosna, orar y ayunar, debemos hacerlo de tal manera que sólo Dios, que ve el corazón y sabe lo que está oculto, lo sepa. Mateo 6: 9-15 presenta la oración modelo para el discípulo de Cristo, el Padre Nuestro sea la oración que guie nuestros pasos durante esta cuaresma.
¡Amén!
Padre Neiser Cárdenas es vicario parroquial de la Catedral Santa María de la Asunción, Trenton, New Jersey.